jueves, 28 de julio de 2011

Y como no es lo mismo contarlo que vivirlo...

Últimamente tengo una sensación extraña. Veo que mi vida está cambiando de una forma rápida y a la vez concisa, en aspectos muy marcados que los noto, que los palpo, que los siento.
Desde mis gustos, hasta mis sentimientos. Todo cambia. Pero en realidad, no me desagradan estos cambios.
No me encuentro nada mal llevándolos a cabo. Pero en realidad me da un poco de miedo. Incertidumbre por si lo estaré haciendo bien. Los estoy haciendo sin pensar y eso me aturde. 
En realidad yo quería vivir estos cambios. Quería saber que se sentía cuando a uno le apetece cambiar, le apetece variar en su forma de pensar, en hacer cosas nuevas. Nuevas caras. Nuevas conversaciones. Nuevos temas. Nuevas imágenes. Nuevos sentimientos.


Y me encuentro genial. Y me rio, y en mi sonrisa se dibuja ¿Felicidad?¿Miedo?¿Tranquilidad?¿Nerviosismo?


En estas ultimas semanas me he adueñado de una frase que adoro..
''Como no es lo mismo contarlo que vivirlo...'' Quiero experimentar, y si me equivoco es un riesgo que afronto con todas las consecuencias...
Me gusta.

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